LA MÁQUINA DEL DINERO

Imaginemos que, de forma legal,  tuviésemos una máquina que nos permitiera fabricar el dinero que necesitamos para cubrir nuestras necesidades (la alimentación, la hipoteca, la letra del coche, el colegio de los niños, etc., etc.)

¿No buscaríamos la fórmula para asegurar la continuidad de su funcionamiento y del dinero que nos fabrica? ¿No suscribiríamos un buen seguro?

Si nuestra respuesta a sido afirmativa, si contrataríamos un seguro que nos permitiera a nosotros y a nuestra familia seguir disfrutando de esos ingresos que hacen que podamos pagar todas nuestras necesidades, gastos, caprichos, etc.....

¿Nos hemos parado a pensar que esa máquina existe? ¿No nos damos cuenta de que esa máquina SOMOS NOSOTROS MISMOS? 

Sí, NOSOTROS, con nuestro trabajo aportamos ese dinero que decíamos fabricaba la máquina y que tanto necesitamos. Entonces, ¿no será más importante hacernos NOSOTROS ese seguro que estábamos dispuestos a hacerle a la máquina?

Un buen seguro que nos proteja, a nosotros y a nuestra familia ante cualquier imprevisto nos costará seguramente MENOS (dependerá de coberturas, edad, etc.) de lo que estábamos dispuestos a pagar por el de la máquina. 

Si, cosa que nadie quiere, nos pasa algo, tendremos la tranquilidad de tener asegurado el futuro de nuestra familia, al menos durante un tiempo, pudiendo así hacer los ajustes necesarios a la nueva situación y evitar el desastre que puede suponer la falta de ingresos repentina y no poder hacer frente a los pagos de la hipoteca, el colegio de los hijos, etc. etc.