LA LETRA PEQUEÑA

La letra pequeña de los seguros



Examinar la letra pequeña del seguro con atención puede ayudarnos a ahorrar dinero y muchos disgustos, al igual que sucede con muchos otros productos y servicios.
Al contratar cualquier seguro se está celebrando un contrato, plasmado a través de la póliza del seguro. Debe hacerse bien, sin prisas y analizando todos los detalles. A veces cometemos el error de fijarnos solamente en el precio y en las coberturas principales y no leemos las condiciones legales y específicas del producto a contratar.
¿En qué debemos fijarnos al contratar un seguro?
1.Quién o qué bien es el asegurado. Lo que se asegura, quién es el beneficiario y quién contrata el seguro son conceptos básicos que pueden crear confusión. Es importante tenerlos claro ya que pueden suponer una importante pérdida de dinero si no los tenemos claros.
2.Conocer las coberturas exactas. Es importante conocer todas las coberturas que incluye la póliza, al igual que todas las limitaciones. Esta información deberá estar expuesta en la póliza de manera clara.
3.Conocer las consecuencias del incumplimiento. El desconocimiento de la norma no exime de su cumplimiento, por lo que la póliza debe señalar expresamente cuáles son las consecuencias del incumplimiento del contrato por parte del tomador.
Casos en los que la letra pequeña es importante
1.Siniestro total del coche. Es uno de los casos en los que se puede comprobar la importancia de la letra pequeña en los seguros. En el caso del siniestro del coche puede ocurrir, aunque no es lo más habitual, que la indemnización se calcule por el valor de nuevo. Es decir, la aseguradora te pagará lo mismo que cuesta un vehículo con las mismas características que el tuyo, incluyendo todos los impuestos.
Pero puede ser que lo que aparezca en la póliza sea el concepto de valor de mercado o valor de reposición. Es decir, que tu compañía te dará por tu coche lo mismo que costaría comprarlo ahora mismo en los mercados de segunda mano. Es importante leer la letra pequeña para saber cuál es el valor que tu aseguradora te dará en el caso de siniestro total.

2.Negligencia del cliente en el seguro del hogar. Una de las exclusiones del seguro de hogar es que no cubre los daños generados en caso de siniestro por negligencia del cliente. Suele ser una de las condiciones que los usuarios contratan sin saberlo. A esto habitualmente se suman los problemas de humedad, que solo están cubiertos en el caso de inundación, o el coste de la cerradura. Hay que leer detenidamente las condiciones de cada supuesto.
3.Deportes de riesgo en los seguros de vida. Los seguros de vida no cubren los deportes de riesgo, pero algunas aseguradoras consideran que correr es uno de ellos. Por tanto, lesionarse en una carrera popular no está cubierto por la póliza de seguro.
Por todo esto, la principal recomendación es leer bien toda la documentación antes de firmar. Así, evitarán confusiones y tener que pagar un seguro que no cubre lo que realmente creen.

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